Javier
Sánchez Menéndez
[Puerto
Real, Cádiz-España, 1964]
VEINTINUEVE
La
realidad es divisible. Se ejecuta en los números. Cada parte es igual y es
diferente, como la suma de todos los indolentes que pasean por la playa o se
adentran en el laberinto. Observo firmemente las cosas, la naturaleza, todo es
orden, todo es proximidad.
La realidad está en continuo movimiento.
Cada elemento precisa de otro para ser verdadero. La existencia es limitada.
Sin los números
la esencia permanece escondida en el pensamiento ajeno. El fin es la
aproximación, el desconcierto, el caos, las palabras que no aparecen en el
diccionario.
Las sombras dejan huellas, razón y veracidad.
Los siniestros nunca serán inteligentes, ellos confunden lo primario y lo
opuesto, la dificultad y la demostración, lo consciente y lo significativo.
Tarda el hielo en derretirse. Los opuestos
sí son sensibles. Su numeración es una convicción auténtica. Prevalece lo
mágico en el caos, el desorden, en las nueve piedras y en los dos anillos. La
azotea, la puñetera azotea vuelve a aparecerse. Es un pasaje que gobierna el mundo.
Es una coincidencia. Un periodo de la vida que recuerda a la muerte.
Javier
Sánchez Menéndez, «El libro de los indolentes (Sobre la poesía)», prologo de
Jesús Moreno Sanz, Plaza y Valdés Editores, S.L., Madrid, 2016, 3. El vuelo, página 209.
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